domingo, 2 de mayo de 2021

Esta es una fotografía que me gusta especialmente, y he sacado en la puerta del Museo del Prado.

En ella se ve la iglesia de los Jerónimos, donde me casé. A un lado las escaleras que suben al edificio de la Academia de la Lengua y al otro el cartel de la exposición del pintor Marinus van Reymerswale, que estará en el Prado hasta el 13 de junio. Este artista neerlandés del siglo XVI es conocido por los manuales y los textos financieros. El historiador flamenco Raymond de Roover (1904-1972) fue uno de los primeros en asociar al cambista con la profesión de banquero e ilustrarlo en sus libros. La exposición la constituyen 10 pinturas, tres de ellas inéditas en España, y proceden del Louvre, el Hermitage y del Museo de Bellas Artes de Gante. Las cinco obras del Prado han sido restauradas en el taller del museo, lo que revela algunas claves que me interesan sobre la manera de pintar de Marinus. Esto me recuerda las palabras de Ricardo Gullón que comenté el otro día en la tertulia del Gijón al hablar de su libro sobre Goya. "Un poeta que no piensa sobre su poesía no es poeta, es versificador. Un artista, un pintor, que no piensa sobre su obra, sobre el color, sobre la luz no es un artista":
 
Ahora busco una obra deliciosa de un músico de Gante de la época de Marinus, Jacob Obrecht. Me refiero a su "Salve Regina", que me transporta directamente al siglo XVI y me obliga a seguir meditando mientras corrijo exámenes, sobre aquella época y sobre la época que me ha tocado vivir:
 
Qué hermosa es la cultura.
 

 

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